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viernes, 11 de febrero de 2011

Empecemos a ver cine clásico !!

Hoy comenzamos una nueva sección dirigida a todas esas personas que se han planteado empezar a ver cine clásico. Con mi blog quiero facilitarles el camino a través de mis recomendaciones. Buscaré las películas  más fáciles de digerir para principiantes.  Una película por semana  de contenidos diversos. Resultados cinéfilos,  asegurados!!
Hoy empezamos con una de las películas  más míticas del cine clásico. No estoy diciendo que sea la mejor, ni mucho menos pero que es una auténtica joya que merece la pena ser vista. Estoy hablando de la sensacional  Desayuno con diamantes. Esta maravillosa obra de Blake Edwards se estrenó en octubre de 1961. Esta película basada en la novela "Breakfast at Tiffany´s"  de Truman Capote pretendió esbozar un retrato de la parte más frívola e insustancial de la sociedad neoyorquina .
La obra está protagonizada por dos personajes que intentan sobrevivir a un mundo marcado por el lujo. Holly es una “acompañante nocturna” que huye del pueblo en búsqueda de felicidad y fortuna. Por otra parte, Paul un joven escritor con poco éxito que vive a las ordenes de una mujer a modo de mecena que le costea sus gastos de una forma interesada.
Si tenemos que destacar un personaje de la obra diría sin duda,  Audrey Hepburn. En esta película Audrey firma, de la mano de Blake Edwards, el papel más importante de su vida. Se convierte así en todo un icono del cine y en el mundo de la moda luciendo aquel hermoso traje de Givenchy.  No sólo por su increíble belleza, la destreza con la que se desenvuelve con el personaje de Holly es incuestionable.
Personita inmadura, alcanzando a veces el grado de egoísmo, soñadora incansable ante el escaparate de Tiffany's, inestable emocionalmente y sólo amante de una persona en su vida: su hermano Fred. La protagonista no es tan feliz como nos hace creer. Buscan el cariño  en un gato sin nombre, un mafioso en Sing Sing, un apartamento sin amueblar y hombres que sólo alcanzan a darle 50 dólares para el tocador...Tras esa fachada de cariño incondicional, locura transitoria, se esconde una niña que busca su sitio en la ciudad de los rascacielos desde la ignorancia y la ingenuidad.
La música, de Mancini es la guinda de un pastel que peca en su guión pero que Blake consigue sacar adelante con su magnífica destreza de cineasta.  Aún con enormes altibajos en el metraje, consiguen que la obra alcance un merecido notable pero  que le impiden llegar al sobresaliente.  No dejéis de verla!!